Es habitual a lo largo del año que se acerquen a la consulta padres preocupados por el bajo rendimiento de sus hijos (de cualquier edad) en sus estudios. Descartados malos hábitos, conductas desadaptativas o incapacidades funcionales que necesitarían otros tratamientos o terapias, hemos de fijarnos en el análisis de la dinámica de estudio.
Estos consejos están pensados para crear en el niño o adolescente un buen comienzo para adquirir el gusto por el estudio. Pero también los pueden utilizar personas de otras edades para corregir alguna dinámica que este entorpeciendo esta actividad (la del estudio) y que puede verse reflejado en los resultados (las notas).
1. No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. La labor de estudiar debería comenzar desde el inicio de la formación que estemos emprendiendo. No es necesario empezar en un ritmo alto. De hecho, la mente se tiene que ir acostumbrando a un ritmo estable y creciente para la absorción de conocimientos. Esto evitaría que dejemos para las fechas anteriores a la prueba de evaluación (el examen) el estudio de la materia, con la carga de estrés y posible bajada en los resultados, sea en una o varias materias.
2. Planificación. Desde el inicio del curso o formación deberíamos hacer una planificación completa desde el comienzo hasta los exámenes más próximos. Para ello utilizaremos un calendario en el ordenador o en un “corcho” en la habitación donde estudiamos. Utilizaremos, asimismo, colores para resaltar las materias en las que necesitamos más horas o dedicación. Esta planificación debe estar viva y ser dinámica pues hemos de recordar que cualquier plan no suele cumplirse al 100% de cómo lo habíamos pensado. Es decir, hemos de estar atentos a las variaciones del curso u otros eventos que afecten al rendimiento o al propio plan.
3. Planifica los descansos. Unido al plan, este punto es fundamental tanto en la labor diaria como en la labor semanal. Una buena dosificación de los descansos nos refrescará y hará que la labor de estudio sea más llevadera.
4. Establece prioridades. Todo estudiante sabe en qué materias es más capaz y en cuales flojea. No se debe tratar a todas por igual. Se ha de priorizar aquellas en las que vemos una mayor dificultad. Esto afectará al plan que hayamos hecho pero si somos conscientes de este punto llegaremos a un buen estado de equilibrio en todas las materias.
5. No te conformes. Desde el inicio ponte un resultado a conseguir y que sea realizable. Para pasar cualquier materia un “aprobado” es el mínimo para pasar de curso o de nivel. Estudiar para un “aprobado” tiene el riesgo casi cierto de que suspendamos ya que iremos justos de conocimiento en la materia. Por ello, ponte un objetivo más alto (p.e. un 7 o un 8 sobre 10). Aunque el examen vaya mal habrás reducido considerablemente las opciones de suspender o no pasar el examen.
6. Crea un ambiente agradable. Generalmente, se estudia en la propia habitación. Dedica unos minutos al día a recoger y adecentar el lugar de estudio.
7. Deja las ocupaciones diarias y rutinarias hechas. La actividad de estudio requiere ocupación y dedicación plena en las horas que hayas planificado. Si la mente está ocupada con algo pendiente o se produce una interrupción por parte de alguien porque no hemos hecho algo se producirá una molestia que puede retrasar la dinámica positiva en la que estábamos.
8. Aleja las tentaciones. Literalmente, saca de tu ambiente de estudio todo aquello que lo pueda perturbar o distraer la atención. Una consola, una televisión… EL MOVIL…
9. Utiliza una buena iluminación. Lo mejor es una luz continua que no llegue a ser potente y que incida directamente sobre el objeto de estudio, generalmente, un libro. No es aconsejable estudiar a la luz del sol, ya que la luz solar (aunque no seamos conscientes) es cambiante y eso exige a nuestros ojos una continua adaptación que nos llevara a un sobreesfuerzo y, por consecuencia, a un mayor cansancio.
10. Uso de una buena postura. Utiliza una silla en la que te sientas cómodo y que provoque que la espalda este lo más recta posible. Además, intenta que sea regulable para que tengas una distancia con el libro lo mas cómoda para ti.
Autor: Federico García Arrillaga, psicólogo licenciado que pasa consulta en Aranjuez (Madrid). Visita mi web en www.psicologoaranjuez.es